Al ritmo de las grandes

Compartimos una nota recientemente publicada en El Cronista sobre Valor: “Una iniciativa que capacita a las cadenas de valor de grandes firmas permite que las pymes y proveedores comiencen a incorporar a sus procesos políticas medioambientales y planes de mejora de RSE, con el objetivo de alentar las prácticas sustentables para incrementar la competitividad.” 

 

Se trata del programa Valor, accionado por la Asociación Mutual Israelita Argentina con el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo y del Fondo Multilateral de Inversiones, que, a través de un equipo de consultores, brinda asistencia técnica y asesoría durante la ejecución de planes de mejoras en varias dimensiones de la RSE: gobierno empresarial, prácticas laborales, clientes, medioambiente e inversión social.LGK_1367
En seis años, ya trabajó con 14 cadenas de valor, llegando, entre clientes, distribuidores y proveedores, a más de 200 compañías. Los cerca de 70 consultores que trabajan junto con el programa ya ofrecieron unas 5.000 horas de capacitación en 15 provincias.
«Este programa ayuda a identificar posibles oportunidades para sellar alianzas en la cadena de valor. Esta formación habilita a las empresas chicas para competir en otras ligas que, si no estuvieran en este nivel de exigencias, no podrían estar», comenta Fernando Passarelli, coordinador general de Valor, RSE+Competitividad, de AMIA.
El programa trabaja con las empresas en ciclos que van de 12 a 18 meses de duración. «Muchas de las cadenas de valor han diversificado clientes a partir de certificar una norma de calidad, por caso. Este trabajo las posiciona mucho mejor para después ofrecer sus servicios a otras empresas», agrega.

Distintas concepciones

El término de RSE, sostiene el especialista, tiene tantas miradas como gente que mira. «La vemos como un enfoque integral de negocio. Es un modo de conducir la empresa y tiene que ver con un factor de competitividad muy fuerte», comenta.
Al inicio de cada ciclo, se realiza un trabajo de taller conjunto con todas las compañías que participan de la capacitación para poner en común algunos conceptos. «Luego, vienen los planes de acción con cada una de las empresas, ya de manera individual y ahí trabajamos con un diagnóstico».
Sobre ello, se traza un plan de mejora que es diferente en función a la realidad de cada firma. «La empresa grande contratante puede pedirnos que no dejemos de pasar por algún tema, como calidad, de empresas familiares o ambiental. Esta identifica que, en la medida en que sus proveedores o distribuidores continúan con ciertas debilidades, la potencialidad de falta de competitividad global que van a tener va a ser grande. Entonces, identificados estos gaps, nos pide que trabajemos allí para reforzar la competitividad».
Los consultores están instruidos para trabajar en temas de mediano y largo plazo y, también, para identificar cuestiones de corto plazo que les den algún atributo competitivo para las empresas.
Por Laura Mafud

Fuente: El Cronista

Columna Valor -El Cronista 19-5-2016