Los negocios de impacto son emprendimientos enmarcados en modelos de desarrollo innovadores que buscan generar beneficios económicos a la par de resolver problemas sociales y/o ambientales, tornándose de esta manera en actores clave para la construcción de una economía más sostenible y equitativa. ¿Qué impactos promueven estos negocios? ¿Están logrando los cambios y las transformaciones positivas que se proponen? ¿Cómo se mide esta capacidad de transformación? ¿Y qué instrumentos garantizan la medición?
El impacto social de los negocios es considerado como uno de los principales retos del sector empresarial para el futuro a corto y mediano plazo. De hecho, se vuelve fundamental cuando se analiza el informe del Banco Mundial de 2008, donde se indica que hay 3.700 millones de personas que viven con menos de 8 dólares por día. Dicho de otra manera, más de la mitad de la población mundial tiene ingresos que no les permiten acceder a los mercados de consumo actuales. Se trata de un círculo perversamente vicioso: las personas en situación de pobreza carecen de oportunidades para salir de ella por falta de medios (educación, dinero, salud) pero las oportunidades solo están disponibles para quienes poseen los medios para aprovecharlas. Para romper este círculo, una propuesta son los Negocios de Impacto: aquellos que interactúan con las personas en la base de la pirámide, permitiéndoles mejorar sus ingresos y acceder a bienes y servicios indispensables para vivir dignamente. ¿Cuáles serían estos negocios y qué tipo de cambio promueven?
Identificamos tres tipos de Negocios de Impacto:
- Algunos son emprendimientos que se vinculan a la cadena de valor de la industria (ej. las comunidades productivas de la Amazonía que se asocian a la empresa de cosméticos Natura).
- Otros se generan a partir del trabajo conjunto de grupos de pequeños productores que al asociarse aumentan su volumen de producción y su capacidad de trabajo, y por ende incrementan el impacto ambiental y social positivo (ej. cooperativas de recicladores o de pequeños agricultores).
- Finalmente, están los negocios que ofrecen productos y servicios que mejoran la calidad de vida de las personas de bajos ingresos o producen impacto social positivo en la vida de las personas (empresas que ofrecen servicios de salud con alta calidad para las personas de bajos ingreso a un costo muy bajo).
Antes de empezar a hablar de las herramientas e instrumentos de impacto, es bueno aclarar que estos negocios trabajan en diferentes ámbitos del combate a la pobreza. Por tanto, los negocios que buscan promover la sostenibilidad deben tener claramente estipulado en su misión cuál es el impacto positivo que proponen.
Existen diversas maneras de evaluar el impacto social de un emprendimiento económico, pero el desafío está en definir adecuadamente el impacto y en cómo utilizar las herramientas y los instrumentos disponibles para su medición.
Desde una propuesta amplia de análisis (donde se mira toda la cadena productiva) los economistas del Banco Mundial proponen considerar cuatro aspectos clave en relación a la generación de valor. Cualquier emprendimiento económico que se sostenga en el tiempo está generando un valor. Pero para medir el impacto social es necesario mirar las otras acciones y efectos que no necesariamente afectan al público meta directamente. Los cuatro aspectos clave son:
- Inputs o recursos invertidos en la actividad: son los medios por los cuáles el negocio logrará el impacto social comprometido;
- Outputs o resultados inmediatos: son los productos directos e intangibles obtenidos por medio de la actividad, como número de clientes, unidades comercializadas o cantidad de crédito logrado;
- Outcomes o resultados de mediano y largo plazo: son los cambios generados en la vida de la gente expuesta a la actividad del negocio, como generación de renta, reducción de la vulnerabilidad o crecimiento del capital social;
- Impacto: es la estimación de los resultados de mediano y largo plazo (outcomes), analizando lo que hubiese podido pasar sin la intervención del negocio de impacto.
Para medir el cumplimiento de los objetivos de los negocios de impacto es necesario generar indicadores. La medición económica es más sencilla, considerando que existen normas de contabilidad generalmente aceptadas y permiten la evaluación del resultado monetario de la actividad. Medir el impacto social exige métodos cualitativos y cuantitativos combinando herramientas e instrumentos. Las principales dificultades que enfrentan los emprendedores en relación a la medición del impacto son: a) la falta de información, b) las barreras metodológicas u operacionales para la obtención de datos, c) la falta de gobernabilidad en la verificación de la autenticidad de los datos suministrados, y d) los procesos o sistemas costosos e ineficientes.
El impacto ambiental, es otra variable que no puede estar ausente. Actualmente 16 de los 24 servicios prestados por los ecosistemas se ven directamente afectados por las diversas actividades económicas. Esto nos obliga a repensar la forma en que las empresas generan valor, pero también nos da la oportunidad de reflexionar sobre los límites planetarios y el equilibrio necesario que debe existir con la producción; es decir la adecuada relación entre sociedad y la naturaleza que permita un desarrollo que no ponga en riesgo un aumento en la temperatura del planeta. Si a esto último sumamos la innovación, entendiendo como tal las formas de optimizar, obtener o transformar la energía, los materiales y la propia biodiversidad en productos y servicios útiles a la sociedad, estamos hablando que esta conjugación de variables nos permite pensar que la principal misión de los negocios de impacto debe ser aumentar la oferta de bienes y servicios aplicando modelos de gestión innovadores que permitan crear, producir y consumir con el menor impacto posible para el planeta y las personas.
Ejemplo de evaluación en un negocio de impacto: Banco Pérola
La Asociación Pérola de crédito para emprendedores es una organización de la sociedad civil, de interés público y sin fines de lucro, cuyo objetivo es la concesión de pequeños préstamos a quienes los necesitan, en particular a jóvenes emprendedores que no logran acceder a los créditos ofertados por los bancos tradicionales debido a las exigencias y condiciones de garantía que se requieren.
El punto de partida para esta evaluación fue la misión de la organización: “Ser un agente de crédito orientado especializado al público joven ofreciendo oportunidades de producción, educación, salud y vivienda”.
Como outcomes de la evaluación se consideró: a) El apoyo a la sostenibilidad de las nuevas empresas creadas por los clientes del banco, y b) el número de empleos generados por las empresas. Estas dos métricas pueden demostrar el crecimiento efectivo de renta de la comunidad así como el crecimiento de su autoestima. Más allá de la formación y fortalecimiento de las redes sociales que se obtienen por medio de la formación de los grupos solidarios de préstamos, éste es un importante indicador del aumento del capital social.
Medición de Impacto
La industria de la inversión de impacto ya avanzó en el establecimiento de niveles de gobernanzas eficientes por medio de la formulación del GIIRS (Global Initiative Investing Rating System), que ofrece métricas comparables de impacto social y ambiental para el sector. Otra herramienta generada para atender a los fondos de inversión es el IRIS (Impact Reporting and Investment Standards), un conjunto de indicadores de desempeño social, ambiental y financiero.
Fuentes:
- Negócio com Impacto Social no Brasil, Gilberto Oliveira Filho, Renato Kyama e Graziella Comini, 2013
- Banco Mundial. Relatório anual de 2008.
- Khander, S.; Koolwal, G.; Samad, H. Handbook on impact evaluation: quantitative methods and practices. Washington: The World Bank, 2010.
Fuente: Avina
URL: http://www.avina.net/esp/11453/incontext-47/#sthash.F8NImZzj.dpuf
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