Larga vida para las áreas de RSE en las empresas

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Por Lic. Fernando Esteban Passarelli, para SIRSE.

En nuestro tiempo, algunos conceptos tienen una asombrosa capacidad para virilizarse en forma acelerada, y pareciera que cierto esnobismo que caracteriza a la RSE hace permeable a su público a adherir a nociones comúnmente validadas como “verdades reveladas”.

Uno de los grandes aportes de la obra de Rene Descartes en su obra “El Discurso del Método” ha sido sin dudas romper con la idea de que “toda duda debilita la convicción humana”. Muy por el contrario, Descartes presenta a la acción de dudar como un factor esencial hacia la construcción de una sólida convicción.

Es en todo caso “la fe ciega” lo que atentan contra la convicción humana, y el saber debe revelarse en contra de lo instituido para interpelar en forma continua a lo que todo el mundo acepta como cierto con el propósito de establecer nociones claras y consistentes.

Recientemente participe de un evento en el cual volvió a expresarse la idea de que en un futuro aspiracional el área de RSE en las empresas debería desaparecer. A este concepto se lo suele sustentar en que en la medida de que todos en la empresa vayan apropiando las nociones y convicciones de la sustentabilidad, seria ya innecesario que un área específica se dedique a promover esta filosofía en la organización.

Pero, ¿es esto así?

Encuestas realizadas en Europa y el Estudio de la Función de la Responsabilidad Social en la Empresa Española[i], realizado por el DIRSE (Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social), no avalan esta teoría, y tiene cierta lógica que así sea.

Estos estudios muestran un desarrollo y evolución del rol, pero en ningún caso el ocaso de su existencia.

Que es fundamental que todos en la empresa apropien las nociones y convicciones de la sustentabilidad, no parece ya haber dudas al respecto, pero esto no implica que cuando esto se vaya dando provocará un cese en la necesidad de que un área específica gestione la temática.

La RSE bien entendida, es un enfoque integral de gestión empresarial, que opera con lógicas alineadas con la gestión empresarial ya existente.

Por caso, la implementación de la filosofía de RSE en una empresa operara en línea con los criterios de mejores prácticas, calidad y mejora continua, disciplinas bajo las cuales podemos alcanzar objetivos pero nunca agotar la aspiración de la mejora que persigue.

Esto es lo que explica las razones por las cuales el rol de los actores destinados a promover esta filosofía de la mejora continúa nunca se extinguirá a menos que se abandone el modelo de gestión bajo el cual se opera.

Del mismo modo, podemos asegurar que la apropiación de las nociones y convicciones en las que se basa la sustentabilidad es un trabajo que nunca termina y para el cual se requiere de actores capacitados y comprometidos, hoy y también en el futuro.

Los estudios aludidos anteriormente orientan al lector a reconocer la necesidad de alcanzar tres estadios complementarios hacia la madurez de la organización en su búsqueda por la sustentabilidad:

  1. Alta Dirección comprometida,
  2. Área de RSE capacitada y comprometida, y
  3. Diseminación transversal de las nociones y convicciones de la sustentabilidad en toda la organización para que las mismas sean apropiadas.

La necesidad de empoderar a las áreas de RSE dentro de las empresas y de reforzar el vínculo interno que estas tienen con los sectores operacionales de las compañías, son dos imperativos a los que deberíamos contribuir para lograr un cambio positivo en la manera en que los negocios se desarrollan y por ello, ¡larga vida para las áreas de RSE!

 

Fuente: SIRSE – 1/6/2016

http://sirse.info/larga-vida-para-las-areas-de-rse-en-las-empresas/